Mi nombre es Harvey Milk

Falta cada vez menos para la entrega de los premios de la Academia, lo que también significa menos tiempo para poder ver las películas, por eso sólo me centraré en los premios a mejor filme.

Esta vez toca “Mi nombre es Harvey Milk” sobre la vida del primer homosexual que consiguió un cargo público en EEUU. Sobre este largometraje he leído varias críticas que no hablan precisamente bien de ella, pero yo creo que tiene varios aspectos buenos, aunque la película no pase de normal. Por un lado nos sentamos en la butaca – ya puede ser del cine o del salón – y presenciamos otro biopic más, tema recurrente en el cine. Pero lo bueno del filme es que no sólo vamos a ver una locaza que decidió ponerse un traje y gritar más alto que otros por sus derechos, el filme no cuenta sólo su ascenso político, sino que muestra también el lado humano de él y además de la forma más natural y sencilla que se puede hacer: en la intimidad de sus relaciones sexuales.

Es una película ligera (bastante más corta que el resto de competidoras) que llega en algunos momento a ser incluso un poco documental, cuando vemos escenas que se grabaron en aquella época y con todo el contexto histórico que el protagonista nos da a conocer para que entendamos que el camino que eligió no fue una decisión cualquiera, estaba en el momento preciso, en el lugar adecuado, y era la persona indicada.

El reparto invita también a ver el filme, porque sabiendo que es Sean Penn el que está delante de la cámara, el subconsciente nos dice que estamos ante algo diferente. Su papel es por supuesto esencial para el desarrollo, de la película y lo que más llama la atención – según mi opinión – es como siendo fiel a su ideal que es a la vez su orientación sexual, entra en el juego de la política y llega un momento en el que incluso no están tan de acuerdo con lo que él hace.

Del resto del reparto pocos nombres son conocidos: James Franco, sobre todo por su papel en “Spiderman” y Josh Brolin que ya lo vimos en “No es país para viejos”, y que está nominado por mejor actor de reparto. Los demás actores tiene su filmografía pero pocos de sus títulos son muy conocidos en nuestro país.

Y por último hablar del director. Mirando a su obra no es de extrañar que Gus Van Sant se haya decidido por un largometraje de estas características, donde lo que prima son los personajes que al fin y al cabo son lo que desarrollan la película. Esto mismo se puede ver en sus otros trabajos como “El indomable Will Hunting” o “Descubriendo a Forrester”, donde sus protagonistas y son personajes con un carácter muy arrollador.

A pesar de todo, la nominación no me parece más que una campaña publicitaria y realmente creo que no se llevará el premio. Pero para eso tendremos que esperar a la gala de los Oscars que se celebrará este domingo.